miércoles, 30 de marzo de 2011

Círculos


Últimamente tengo la sensación de que en la vida hay círculos que se cierran justo cuando deben  para que se puedan abrir otros que, de otro modo, no tendrían sentido. El hecho de conocer a alguien en un determinado momento, de leer un libro cuando mejor lo vas a entender y tener así la capacidad de saborearlo como se merece, de reencuentros que parecen coincidencias... son algunos de los hechos que llenan nuestros días y permiten conservar nuestra capacidad de sorpresa en activo, aunque a veces cueste.

Cuando hoy me han regalado la película "José y Pilar" no podía imaginar que otro círculo estaba a punto de cerrarse. Se trata de un documental grabado a lo largo de tres años en los que Saramago estaba escribiendo "El viaje del elefante". Esta cinta nos ofrece un testimonio conmovedor donde vemos el lado más humano de una pareja sobre la que también se podría escribir un libro. ¡Lástima que ya no esté él para narrarla! Pero nos queda en la retina su imagen acariciando la mano de su mujer con todo su cariño y con la premura del tiempo que se le escapaba entre los dedos o las lágrimas incontenibles al visionar la adaptación al cine de "Ensayo sobre la ceguera", entre otros. Él dice que todo lo bueno en su vida le ha pasado tarde: empezó a escribir novelas a la edad de 60 años y conoció al que fue el amor de su vida, su alma gemela, a los 63, edad en la que la mayoría de nosotros nos preparamos para disfrutar de una jubilación tranquila anclados en el mundo de los recuerdos, incapaces de crear nuevas experiencias iguales o mejores que las acumuladas por el paso del tiempo. Me maravilla que él se dedicara a escribir con esa intensidad que le caracteriza, a vivir y a ser en sus últimos años feliz.

En mi caso, al leer el libro sobre el viaje de este paquidermo, se cerró el círculo que me ha permitido paladear y comprender la película con más profundidad. Mi relación con su literatura siempre ha sido así, no la he buscado, se me ha presentado ante los ojos cuando ya estaba preparada. En palabras del propio Saramago: "Siempre acabamos llegando a donde nos esperan" algo que nos permite disfrutar de nuestro camino sin la inquietud del que busca sino con la certeza de que las posibilidades están aguardando su momento para entrar en escena. ¡Feliz viaje a todos!

sábado, 26 de marzo de 2011

Saber a mar

Microrrelato

Cerré los ojos mientras la brisa me acariciaba el rostro al mismo tiempo que tu mano. ¿Cómo puede ser tan sutil el roce de la piel? Hubo un momento en el que dudaba sobre quién o qué me tocaba exactamente. El enamoramiento es algo efímero como el humo, dijiste y salí sin más de mi ensoñación. Sí, pero el amor es duradero como el mar que, con mayor o menor intensidad, vuelve incansable a bañar la costa. Nos encontrábamos justo en ese estadio en el que las llamas no eran tan intensas como al principios y rincones de nuestra historia empezaban a ser menos cálidos y cómodos. Una sonrisa cómplice nos dejó sin palabras, no eran necesarias. Ambos sabíamos que se abría ante nuestros ojos esa encrucijada a la que inevitablemente llegan todas las parejas  a pesar de no contar con señalización alguna. Nos acurrucamos el uno en el otro ajenos a que el mar nos traía la respuesta en cada ola y al besarnos sabíamos a mar, amar...


lunes, 21 de marzo de 2011

El Viaje del Elefante de Saramago

Es éste el último libro que he leído y el penúltimo que escribió el novelista luso. Llama la atención el tono de la historia tan ameno y lleno de chispa que no parece posible que haya sido escrito justo después de una enfermedad grave que le mantuvo meses alejado de la escritura. Pero si eso es llamativo, aún lo es más el hecho de que mantenga el mismo espíritu que ha llenado todas sus obras, re-creando un mundo en el que la ironía le permite hacer una crítica moral y social de todo aquello de lo que habla. Eso sí, nunca destruye lo que toca, sólo lo interpreta y lo matiza y es el lector el que puede tomarlo como un juego de palabras o verle su lado para la reflexión. Si por algo me llena Saramago es por su manera de pensar que me da chispazos de luz en temas que mi mente ya intuía, lo que él dice me parece tan claro que después de su lectura entra a formar parte directamente de mi mundo interno, de mi manera de seguir viendo la vida. No me cambia, sólo me asienta.
Este libro no es una novela, él mismo lo denomina cuento, y así lo he leído yo, como una niña que se deja embaucar por la belleza del viaje de un elefante desde Portugal a Austria. Es algo majestuoso imaginar un animal de estas dimensiones, tan enorme que no llegamos a abarcarlo con la mirada si se nos presenta de cerca y sin embargo tan vivo como nosotros. Recomendable su lectura aunque, si es el primer libro que lees de Saramago, no te hagas una idea falsa de su obra literaria. Sí, encontramos en este libro su esencia pero no llega a la profundidad que sólo él sabe alcanzar. Respira hondo y prepárate para la inmersión.

jueves, 17 de marzo de 2011

Un bosque de bambú no podía faltar, y menos en estos días tan tristes para Japón

Bosques de Bambu en Kyoto
Presentación de Manuel Velasco

Sí ya sé que era de esperar que metiera una presentación de fotos de un bosque de bambú, en esta ocasión no he sido muy original. Es un pequeño homenaje a los habitantes de este país tan castigado estos días. Con ello sólo pretendo recrearme viéndolo y, como me gusta tanto, compartirlo con los demás. Es uno de esos lugares que quiero visitar desde hace tiempo. No importa si es antes o después, yo soy paciente y los bambúes también. Así que el trato está hecho. 

miércoles, 16 de marzo de 2011

Cuento de Saramago: A flor máis grande do mundo

Se trata del cuento de uno de mis autores favoritos. Lo descubrí un día por casualidad mientras me paseaba tranquilamente entre las estanterías de una biblioteca esperando que algún libro me eligiera a mí, y, de repente, hubo uno que me agarró con fuerza. El título: "Ensayo sobre la ceguera". Yo había oído hablar de este escritor pero nunca nos habíamos encontrado cara a cara en la vida. Era verano. Me lancé tranquilamente a la lectura y entré de lleno en el universo Saramago del que ya no me he podido separar por mucho tiempo. Cada vez que me desplazo a su órbita aprendo algo, me maravillo con su prosa y noto que su sensibilidad no es de este mundo, o sí, pero no deja nunca de impresionarme.

lunes, 14 de marzo de 2011

La literatura en mi vida

¡Hola a todos!
Como buena novata en esta andadura de crear un blog, me encuentro un tanto perdida pero a la vez ilusionada. No me he planteado un fin cerrado sino más bien un lugar en el  que pueda publicar mis impresiones sobre las lecturas que vaya realizando y, a la vez, recibir ideas de otros lectores que, como yo, dediquen una buena parte de su tiempo de ocio al relajado arte de la lectura. Intentaré también lanzarme a escribir algún que otro microrrelato. ¡Veamos lo que resulta!

Mi primer microrrelato

Escondidos tras las macetas de geranios rojos, unos ojos me miraban desde el otro lado de la ventana. Ese día por fin se había decidido a acercarse. Yo sabía quién era el que me observaba dar los últimos retoques a mi peinado de domingo. Siempre que subía la cuesta que lleva a mi casa en su bici chirriante, mi corazón saltaba al ritmo de su pedaleo. Cruick, cruick, bum, bum. A lo largo de la semana pasaba y repasaba mil veces con su sonido oxidado mientras que yo, camuflada tras esas mismas macetas sedientas, dejaba cualquier cosa que llevara entre manos para espiarlo. Los dos sabíamos, en los pocos segundos que duraba su trayecto, que nos moríamos de ganas de ser mayores, de poder demostrar que nos gustábamos, de darnos la mano por el paseo del pueblo y aún así dejé pasar la oportunidad. 
El verano siguiente, acompañada por una timidez que me amordazaba, hice como si no lo conociera, lo ignoré en contra de mis sentimientos. Entonces ya no se oía su bici, ni mi corazón roto, ahora tan sólo lo veía pasear de la mano de alguien que no era yo…