jueves, 30 de junio de 2022

UNO


Aquel planeta se llamaba UNO, y no tenía nada que ver su orden dentro de la galaxia a la que pertenecía. Era mucho más sencillo que eso, o tal vez más complicado.

En UNO todo era único e igual. La comida sabía idéntica: un solo sabor, aroma, color, textura, … Era tan uniforme que no se distinguía el cielo de la tierra, el pan del vino, una flor de otra. Sus habitantes se movían en un espacio que no tenía referencias, no sabían si iban o venían. Habitar un caos que nadie podía llegar a desenmarañar. El mismo corte de pelo, el color de ojos, la nariz. No saber con quién hablabas ya que todes tenían el mismo timbre de voz…

Cuando llegué, en uno de mis viajes interestelares, no descubrí la vida allí en un laboratorio sino que me choqué con un ser que caminaba por una calle invisible para mí.


                                                                  Gracias a la diversidad, a todo lo que nos rodea y que nos llena de luces, sabores, colores, matices irrepetibles. 

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