jueves, 23 de agosto de 2012

Enhebrados

Imagen de César Cerón
"Enhebrados" está entre mis blogs favoritos desde el primer día que me enteré de su existencia por mi querido amigo César Cerón. Lo que no me podía ni imaginar era que se me iba a brindar la oportunidad de escribir en él. Pues así ha sido y me siento muy afortunada.

La idea que originó "Enhebrados" era sencilla. En sus propias palabras "es un blog mestizo, un trabajo colectivo donde, en formato de microrrelatos, se hacen lecturas de obra visual. La energía que impulsa este proyecto tiene como objeto recuperar la esencia del trueque, el compartir experiencias simplemente porque sí, porque nos da la gana". Lo firman César Cerón y Paco Borrego y las colaboraciones van creciendo cada día. No os lo podéis perder. Un gustazo para la vista y la lectura, os lo aseguro.

Un buen día esta foto de César me llega al correo e, inevitablemente, una historia se desprende de ella sin más porque sus imágenes son evocadoras y hablan por sí solas. 

Como me encanta el texto que escribe César para presentarlo en Facebook os lo transmito también: "Ya sabíamos que nuestra hebra puede recorrer distancias realmente notables. Ahora, en su primera aportación a Enhebrados, Luz Calero nos recuerda que, además, la hebra también puede incluir dosis de amor de medidas incalculables".

Espero seguir hilvanando historias en este blog. Hasta entonces, os dejo con "De vuelta". http://enhebrados.blogspot.com.es/2012/08/de-vuelta.html.

martes, 14 de agosto de 2012

Pensamiento


"El miedo sólo nos impide hacer aquello para lo que no nos sentimos hábiles. Si franqueamos esa barrera, saldremos realmente reforzados y colonizaremos poco a poco unos centímetros más de libertad."

lunes, 13 de agosto de 2012

La sombra del bambú es alargada

El bambú y yo

De repente me di cuenta de que mi viaje a Francia de la semana pasada tuvo su origen en hechos totalmente inconexos entre sí pero que se encadenaron unos a otros con un único fin. Quizás todo empezó con un trabajo que surgió en mitad del verano hace dos años y con un sí como respuesta o a lo mejor todo tuvo su origen antes, no sé. 

El caso es que, después de haber deseado visitar un verdadero bosque de bambú, me encontraba en uno que, para colmo, estaba situado en un país por el que siento verdadera debilidad. Lo que me produjo ponerme a la sombra de bambúes de más de veinte metros era algo muy cercano a lo que me había imaginado y aun así me sobrecogió. No me preguntéis de dónde viene mi querencia por esta planta tan poco habitual por estas tierras ya que es inexplicable. Mi vínculo con él es totalmente circunstancial, pura curiosidad de una internauta que viaja sin rumbo por la red y se topa con una foto del bosque de sus sueños más ancestrales: fresco y acogedor, dejando pasar la luz justa para embellecerse aún más y potenciar un verde perfecto.

Cuando un buen día creé este blog, el nombre me vino con tanta contundencia y rapidez que no lo dudé ni un segundo. Después de visitar la Bambouseraie de Anduze me han quedado claras dos cosas: primero, sigo sin saber por qué me gusta tanto el bambú y segundo, estoy segura de que volveré a internarme en otro bosque pero esta vez en Japón o China. Si sigo escribiendo en este blog, os lo mostraré.