jueves, 7 de abril de 2011

Azahar

Lo siento, sólo os puedo ofrecer la imagen.

Es un aroma que ha pasado muchos años desapercibido para mí, tal vez porque me fijaba más en los otros sentidos o quizás porque estaba en otras cosas menos importantes, seguro. Sin embargo, cuando pienso en Murcia en esta estación, mi memoria olfativa lo evoca instantáneamente, digamos que es la banda olorosa de la película de mi vida en esta ciudad.

Esta tarde, como aquel que busca la sustancia que le hace sentir mejor, me he paseado por el Valle de Ricote que está reventón en estas fechas. Abrir la ventanilla del coche en una tarde primaveral, con una temperatura que se diferencia de la mía lo justo  para que pueda ser consciente de ese ligero contraste que vivifica, y dejarse llevar por sus caminos intrincados son algunos de esos lujos visuales al alcance de cualquier nariz. Es más, poder contemplar ese paisaje lleno de curvas que al tomarlas más bien se respiran, pasear entre naranjos y limoneros en flor y evocar  sensaciones guardadas en el baúl de los recuerdos, conservadas gracias a su aroma, supone una experiencia irrepetible y a la vez familiar, os lo aseguro.

Me viene a la memoria que mi abuela guardaba en su cofre de ropa de cama el ramo de azahar que llevaba el día de su boda y que sacaba de vez en cuando orgullosa para enseñármelo. Debo admitir que he pasado muchos años engañada porque aquel ramillete de flores de cera no olía a nada, bueno sí, a las pastillas de jabón Heno de Pravia que ella ponía entre las telas, así que, por mucho que me hubieran dicho que ese aroma era maravilloso, al llegar a Murcia no podía relacionar la fragancia envolvente de la ciudad con aquellas pequeñas flores. El perfume se adaptaba tan bien al escenario como una buena banda sonora a su película, pasando casi desapercibido pero confiriéndole una intensidad y unos matices particulares. Afortunadamente, me di cuenta de que no vivía en un documento de cine mudo sino en una trastienda de perfumería, porque Murcia huele a azahar, a azahar en primavera.

2 comentarios:

  1. Qué bonito, qué bien expresado, qué poético. El azahar, la huerta... se van filtrando en la memoria y explotan en primavera. Volvemos a coincidir. (Digo volvemos porque también comparto la sensación "circular")
    Millones de besos de estos virtuales.
    Julia

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  2. Hola Luz. Me has recordado unas viñetas de Satrapi. Me gusta mucho Persepolis y ahi habla de la relacion con su abuela y con las flores. Te dejo el enlace y como mi ordenador esta roto tambien te dejo un puñado de tildes para que las pongas de donde han salido volando como las flores del azahar´´´´´´´´´´

    http://cajadetormentas.blogspot.com/2009/01/perspolis.html

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