A veces el ritmo diario me desborda. La riada me lleva al galope por entre los charcos que no llegan ni siquiera a mojarme porque no doy tiempo al agua a que me toque. Una cosa, otra, un pensamiento enmarañado que me lleva a otro que no tiene nada que ver con el primero y que, sin embargo, me parece de lo más lógico. Soy una y mil a la vez, me fracciono y me difumino.
Una buena costumbre que llevo ya tiempo practicando es pararme de vez en cuando a dejar que el agua me moje. Me dejo impresionar por los sentidos y guardo fotogramas en mi retina por su simple belleza : un gesto imperceptible que hace que seas más tú, una palabra dicha en el momento justo,... Una galería de fotogramas impregnados de olores, sabores, sonidos, colores, emociones que almaceno y que me gusta evocar al final de la jornada. Es mi álbum particular imposible de reproducir o compartir con los demás porque no es material. Si cabe, sirve para dibujarme una ligera sonrisa y proporcionarme un remanso de tranquilidad breve pero intenso.
Últimamente mi colección se ha quedado estancada por la premura de los días y noto que acumulo semanas idénticas las unas a las otras, como trofeos deslucidos en mi azotea. Voy al galope con los ojos cerrados y me gusta más cuando, yendo al paso, me permito recrearme en esos pequeños detalles que marcan la diferencia.
Imagen: Imposible encontrar el autor, lo siento.
Hay que pararse de vez en cuando. Por ejemplo leyendo el último párrafo de esta entrada ... ;-)
ResponderEliminar¡Cuánta razón tienes! Yo también debería darle al PAUSE de vez en cuando.
ResponderEliminarGracias por hacer de vez en cuando Pause en este blog. Un abrazo. BdB
EliminarY sin embargo encuentras un hueco y vuelves a tu blog, que es tu yo íntimo y compatido, y compartes tus reflexiones, y nos haces reflexionar. Y el reloj aunque sigue se para y se produce el milagro de la ubicuidad. Y estás en todos los que te estamos leyendo.
ResponderEliminar(Esto me sugiere, más que nada por romper el momento metafísico, o por continuarlo, quizás de otra manera, que la supuesta omnipresencia del dios católico no debía ser otra cosa que facebook. Fin de la broma del día. Muchos besos, guapi)
¡Qué pedazo de comentario, Giulia! Me encanta compartir lo que escribo con gente que, como tú, sabe leer sintiendo. Me agrada pensar que hemos pasado un rato juntas mientras leías la entrada. Un abrazo. BdB
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